Empoderar a las personas, salvar el planeta: un caso a favor de la democracia directa

Un nuevo estudio explora la relación entre los atributos democráticos y las emisiones de gases de efecto invernadero, utilizando datos de más de 150 países durante las últimas tres décadas. Los resultados revelan que el voto popular directo es la característica democrática más efectiva para reducir las emisiones, mientras que la participación de la sociedad civil también juega un papel importante.

Un nuevo estudio realizado por el Prof. Yacov Tsur del Departamento de Economía y Gestión Ambiental de la Universidad Hebrea de Jerusalem ofrece información valiosa sobre la relación entre los atributos de la democracia y las emisiones de gases de efecto invernadero.

Utilizando un conjunto de datos exhaustivo de más de 150 países que abarca tres décadas (1990-2021), la investigación evalúa cómo los atributos específicos de la gobernanza democrática influyen en las emisiones y proporciona implicaciones para el diseño eficaz de políticas climáticas.

El estudio destaca el importante papel del voto popular directo, que se destaca como el mecanismo democrático más efectivo para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Al reflejar las preferencias de un amplio electorado, este atributo disminuye la influencia de los grupos de interés y permite la implementación de políticas ambientales impactantes.
La participación de la sociedad civil sigue como un factor clave, reduciendo efectivamente las emisiones totales, especialmente en los países con mayor PIB per cápita. Sin embargo, su impacto es menos pronunciado cuando se abordan las emisiones de fuentes específicas y bien identificadas, como el CO₂.

El Voto Popular Directo es un sistema democrático en el que los ciudadanos emiten sus votos directamente por un candidato o política, y el resultado se determina por la mayoría de los votos a nivel nacional o dentro de una circunscripción específica.
A diferencia de los sistemas que dependen de intermediarios, como un colegio electoral o la representación parlamentaria, el voto popular directo refleja la voluntad inmediata del pueblo.
A menudo es elogiado por su transparencia y simplicidad, lo que garantiza que cada voto tenga el mismo peso. Sin embargo, puede plantear preocupaciones sobre la marginación de los intereses de las minorías y el riesgo de mayoritarismo en sociedades diversas.

La investigación también encuentra que, si bien la democracia liberal y las libertades civiles políticas son esenciales para salvaguardar las libertades y la rendición de cuentas, pueden complicar la implementación de regulaciones ambientales estrictas. El énfasis en los derechos y libertades individuales a menudo limita la adopción de medidas coercitivas, como impuestos sobre las emisiones o prohibiciones de producción, lo que requiere soluciones políticas innovadoras que equilibren los principios democráticos con los objetivos ambientales. Atributos como la libertad de expresión y la restricción judicial al ejecutivo demuestran impactos más débiles, pero aún notables en las emisiones, particularmente en las naciones más ricas.

Un hallazgo central del estudio es la relación matizada entre la democracia y las emisiones, influenciadas por el desarrollo económico. La gobernabilidad democrática impulsa inicialmente las emisiones a través de sus efectos positivos sobre el crecimiento económico y el PIB per cápita. Sin embargo, más allá de un determinado umbral del PIB, la democracia apoya la reducción de emisiones, y el umbral varía en función del indicador democrático específico y del tipo de emisión.

Según el profesor Tsur, “estos hallazgos demuestran cómo la gobernanza democrática influye en los resultados ambientales, ofreciendo nuevas vías para diseñar políticas climáticas que respeten los valores democráticos y logren los objetivos de sostenibilidad”. La investigación subraya la importancia de adaptar las políticas climáticas al contexto económico y democrático de un país.

Al avanzar en nuestra comprensión de la compleja interacción entre la democracia y la sostenibilidad ambiental, este estudio contribuye a la conversación global sobre la mitigación del cambio climático. Las investigaciones futuras explorarán dimensiones adicionales de esta relación, integrando perspectivas de múltiples disciplinas y centrándose en diversos perfiles económicos y políticos.

El documento de investigación titulado “The diverse impacts of democracy on greenhouse gas emissions”, ya está disponible en Ecological Economics.

Investigador:
Yacov Tsur
Departamento de Economía y Gestión Ambiental, Universidad Hebrea de Jerusalem.