En un mundo donde los coches simbolizan la libertad, algunas familias israelíes están encontrando la liberación en prescindir de ellos. Sus razones van desde el miedo a conducir hasta el deseo de estilos de vida más saludables, comunidades más fuertes e hijos más independientes.
En una sociedad donde ser propietario de un automóvil a menudo se considera esencial, un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad Hebrea de Jerusalem arroja luz sobre una tendencia poco probable: familias de clase media con hijos que eligen voluntariamente vivir sin un automóvil.
El estudio, realizado por la profesora Galit Cohen-Blankshtain y la profesora Anat Gofen, de la Escuela Federmann de Políticas Públicas y Gobernanza de la Universidad Hebrea, examinó a 27 familias israelíes en Jerusalem y Tel Aviv que han optado por un estilo de vida sin coches.
Contrariamente a lo esperado, estas familias no estaban motivadas principalmente por limitaciones financieras o preocupaciones ambientales. En cambio, sus decisiones se derivaron de una combinación de valores personales, como promover la independencia de los niños, mantener un estilo de vida saludable, fomentar un fuerte sentido de comunidad y, quizás lo más inesperado, el miedo a conducir o a las responsabilidades de ser propietario de un automóvil.
“Nuestra investigación muestra que, aunque un estilo de vida sin automóvil plantea desafíos, hay muchos beneficios que las familias que dependen del automóvil pasan por alto”, dijo la profesora Cohen-Blankshtain. “Sus experiencias ponen de relieve motivaciones interesantes y prácticas adaptativas que podrían remodelar la forma en que pensamos sobre la política de transporte”.
El estudio identifica las estrategias instrumentales y emocionales utilizadas por las familias sin automóvil para navegar por la vida diaria, como vivir en vecindarios transitables, usar taxis o autos de alquiler cuando sea necesario y personalizar sus rutinas para reducir la necesidad de viajes espontáneos. Los investigadores argumentan que estas familias atípicas ofrecen información valiosa para reducir la dependencia de la sociedad de los vehículos privados.
Según la profesora Gofen, “estudiar los valores atípicos nos ayuda a expandir la conversación más allá de las razones económicas o ambientales típicas. Estas familias nos recuerdan que el cambio significativo a menudo comienza con aquellos que no siguen la corriente principal”.
Los autores abogan por un apoyo político más amplio para hacer que la vida sin automóviles sea más accesible, incluidos mejores servicios de movilidad, mensajes públicos que enfaticen los beneficios de estilos de vida activos y orientados a la comunidad, y herramientas para ayudar a todas las familias a alejarse de la dependencia predeterminada del automóvil.
Este estudio contribuye a las conversaciones globales sobre la movilidad urbana sostenible, el diseño de políticas atípicas y el futuro de la vida familiar en entornos urbanos densos.
El artículo de investigación titulado “Understanding voluntary carlessness: Why outliers matter”, ya está disponible en Journal of Transport Geography.
Investigadores:
Galit Cohen-Blankshtain1,2, Anat Gofen1.
Instituciones:
1) Escuela Federmann de Políticas Públicas y Gobernanza, Universidad Hebrea de Jerusalem.
2) Departamento de Geografía, Universidad Hebrea de Jerusalem.