¿Cuánto vale la democracia?

¿Cambiaría la capacidad de subir un tramo de escaleras por la seguridad de que su país está protegiendo las libertades democráticas? Salud versus dignidad, ingresos versus derechos, conveniencia versus calidad ambiental. El enfoque podría ayudar a los gobiernos, hospitales y otras instituciones a diseñar opciones que reflejen las prioridades humanas reales.

¿Qué es más valioso: la capacidad física de subir un tramo de escaleras o el conocimiento de que su país está defendiendo las normas democráticas?

Un nuevo estudio dirigido por el profesor Ori Heffetz de la Universidad Hebrea y la Universidad de Cornell y sus colegas, el profesor Daniel J. Benjamin, la profesora Kristen B. Cooper, el profesor Miles S. Kimball y el estudiante de doctorado Tushar Kundu, profundiza en cómo la gente común asigna valor a aspectos muy diferentes de la vida, y cómo sus respuestas pueden informar políticas públicas más inteligentes.

Convertir la intuición en datos

Usando una encuesta a gran escala (896 encuestados) en los EE. UU., el equipo de investigación pidió a las personas que hicieran una serie de concesiones entre cosas que generalmente no se comparan: salud versus familia, ingresos versus dignidad, conveniencia versus derechos.
¿A cuánta felicidad renunciarías si la calidad del aire local empeorara? ¿Qué vale sentirse respetado en tu comunidad? Las respuestas revelaron no solo prioridades, sino una forma nueva y práctica de medirlas.

“A menudo hablamos de los valores como si fueran imposibles de comparar”, dijeron los investigadores. “Pero cuando le das a la gente una opción clara, revelan mucho sobre lo que realmente les importa”.

El problema con las manzanas y las naranjas

Los economistas y los responsables políticos han luchado durante mucho tiempo para comparar las llamadas “manzanas y naranjas” al diseñar políticas. ¿Cómo se compara la salud pública con la libertad de expresión? ¿Empleos versus protección ambiental?
Este estudio muestra que el público no solo es capaz de responder a tales preguntas, sino que sus respuestas colectivas forman patrones consistentes que pueden guiar decisiones políticas difíciles.

En un resultado sorprendente, los autores encontraron que los individuos son sorprendentemente coherentes en la forma en que asignan valor en todos los dominios, incluso si parten de diferentes experiencias personales. Esto sugiere que las encuestas bien construidas pueden capturar de manera significativa lo que las personas consideran una vida “mejor”.

Una herramienta para la política, basada en la humanidad

El estudio va más allá de la teoría académica. Ofrece un marco práctico para que instituciones como gobiernos, hospitales o agencias internacionales evalúen las compensaciones políticas utilizando juicios humanos reales, en lugar de valores arbitrarios en dólares o ideología política.

“Estamos ofreciendo un enfoque científicamente fundamentado, pero profundamente humano, para medir el bienestar”, dicen los investigadores. “Se trata de escuchar a las personas cuando nos dicen lo que más les importa, y luego usar eso para tomar mejores decisiones”.

El documento de investigación titulado “What do People Want”, ya está disponible en National Bureau of Economic Research.

Investigadores:
Daniel J. Benjamin1, Kristen B. Cooper2, Ori Heffetz3,4, Miles S. Kimball5, Tushar Kundu6.

Instituciones:
1) Universidad de California (UCLA).
2) Colegio Gordon (Wenham, MA).
3) Departamento de Economía y Centro para el Estudio de la Racionalidad, Universidad Hebrea de Jerusalem.
4) Universidad de Cornell.
5) Universidad de Colorado Boulder.
6) Universidad de Columbia.