Los genes y el material hereditario que llevamos en nuestras células están formados por moléculas llamadas ADN, que lleva la información genética vital. El ADN puede dañarse por factores externos, como el sol y la radiación, pero también por errores internos “naturales”.
Nuestras células tienen una capacidad incorporada para reparar el ADN dañado, pero cuando fallan los mecanismos de reparación del ADN, pueden producirse mutaciones, lo que aumenta el riesgo de cáncer y otras enfermedades.
Usando un análisis bioinformático sofisticado para examinar el ADN en un gran número de células, la Dra. Sheera Adar, del Departamento de Microbiología y Genética Molecular, tiene como objetivo comprender el daño y la reparación del ADN y, en última instancia, avanzar en la prevención y el tratamiento efectivos y personalizados del cáncer.
“Nuestro objetivo es comprender cómo se produce el daño, la formación y la reparación del ADN en el núcleo humano, cómo se coordina la reparación con la función del genoma y los procesos destinados a prevenir mutaciones pero que a veces fallan”, explica la Dra. Adar.
Ella y su equipo utilizan métodos experimentales y computacionales para estudiar el daño y la reparación del ADN y su efecto sobre las mutaciones y el cáncer, con énfasis en el cáncer de pulmón, piel y ovario.
En solo un ejemplo, el laboratorio de la Dra. Adar investigó un mecanismo de reparación del ADN llamado reparación por escisión de nucleótidos. Esta vía de reparación protege a las células del daño cancerígeno inducido por la radiación UV o el tabaquismo. Curiosamente, también puede ayudar a las células cancerosas a superar el daño causado por el tratamiento de quimioterapia con cisplatino utilizado para tratar el cáncer de ovario.
Al investigar el daño del ADN y los mecanismos de reparación, el trabajo de la Dra. Adar ayuda a identificar biomarcadores de riesgo de cáncer que conducirán a una detección más temprana del cáncer y ayudarán a identificar nuevos objetivos para el tratamiento personalizado del cáncer.