¿Recuerdas la historia de David usando su honda para matar al gigante filisteo Goliat? Los arqueólogos creen haber encontrado en dónde sucedió eso, y ahora Israel ha convertido el sitio en un parque nacional.
El sitio de 3.000 años de antigüedad es conocido por su nombre moderno, Khirbet Qeiyafa, cerca de Beit Shemesh al sudoeste de Jerusalem. Tiene vista al Valle de Ela.
El arqueólogo principal, Yosef Garfinkel, dice que veintiocho semillas de aceituna carbonizadas desenterradas entre el 2007 y el 2013 ayudaron a resolver el misterio de la antigüedad del lugar. Su equipo utilizó la datación por carbono-14 para determinar la antigüedad de las semillas de aceituna.
Una ciudad fortificada de la época del Rey David
“Esta ciudad fortificada es el único sitio arqueológico de la época del Rey David”, afirma el Prof. Garfinkel, titular de la cátedra Yigal Yadin de arqueología en el Instituto de Arqueología de la Universidad Hebrea de Jerusalem.
Las antiguas semillas de aceituna demostraron que el sitio ahora conocido como Khirbet Qeiyafa existía a principios del siglo X a.C.
Los arqueólogos descubrieron las dos puertas de la ciudad: una occidental, que daba hacia la ciudad bíblica filistea de Gat, y otra del sur, que daba hacia Judea. Conectaron el sitio de Khirbet Qeiyafa con la ciudad bíblica de Shaarayim, que significa ‘dos puertas’ en hebreo, mencionada en la historia de David y Goliat (Samuel I 17:52).
En un edificio cerca de la puerta sur, los arqueólogos excavaron una sala de alabanza grupal. Descubrieron dos modelos de edificios, uno hecho de arcilla y el otro tallado en piedra caliza. Este último demostró que la arquitectura real que la Biblia atribuyó al palacio y al templo en Jerusalem también era conocida en esta región.
Garfinkel codirigió las excavaciones junto con Saar Ganor, un arqueólogo de la Autoridad de Antigüedades de Israel y estudiante de la Universidad Hebrea.
Su equipo identificó los restos de uno de los edificios que encontraron como el palacio de David y el otro como una inmensa bodega real. Una administración altamente centralizada aparentemente necesitó cerca de 100.000 toneladas de piedras para su construcción.
El texto bíblico demuestra ser preciso
Garfinkel dijo que Khirbet Qeiyafa muestra claramente que el texto bíblico preserva memorias históricas.
Antes del reinado del Rey David, los residentes vivían en pequeñas comunidades agrícolas tribales. Estas áreas se convirtieron en centros urbanos alrededor del siglo X a.C.
“Nuestro sitio arqueológico indica un cambio social en la época de David. Tenemos evidencia de un proceso de urbanización y que la tradición bíblica es precisa”, dice Garfinkel. “Ahora entendemos cómo se veía el período de David”.
Khirbet Qeiyafa muestra la planificación urbana típica de otras ciudades en el reino de Judea, lo que indica que había un estado centralizado en los días del Rey David.
Los arqueólogos encontraron pistas como cerámica importada de Chipre y objetos importados de Jordania y Egipto que probablemente contenían perfume o medicina. “Esto significa que la ciudad era fuerte desde el punto de vista económico”, según Garfinkel.
Más evidencia de la actividad de una antigua civilización incluyó miles de huesos de oveja, cabra, vaca y pescado. Las paredes de casamatas, paredes dobles con paredes transversales que separan el espacio entre ellas en cámaras, reflejan la planificación urbana típica de la época.
Arqueólogos, estudiantes y voluntarios dedicaron largas horas a siete temporadas de excavaciones. Durante seis semanas cada verano, se despertaban a las 4 de la mañana para conducir al sitio en la oscuridad, luego comenzaban a trabajar al amanecer, con un descanso a las 7 de la mañana para tomar café y pastel. Seguían trabajando hasta que las temperaturas alcanzaban su punto máximo a la 1 de la tarde.
Las tardes estaban reservadas para el almuerzo y la siesta. A las 4 de la tarde, todos se reunían para lavar y discutir los objetos que habían encontrado, luego disfrutar de una cena y una conferencia.
Museos exhiben artefactos de la época del Rey David
Los principales artefactos que desenterraron se exhiben en el Museo de Israel y en el Museo de las Tierras Bíblicas de Jerusalem, incluyendo modelos de santuarios, reliquias sagradas y evidencia de quizás la escritura hebrea más antigua jamás descubierta.
Garfinkel señala que el Valle de Ela era de importancia estratégica en la época del Rey David y funcionaba como un pasillo desde la costa hasta el centro de Judea y sus ciudades fortificadas de Hebrón y Jerusalem.
Su excavación ayudó a preservar la historia para las generaciones futuras. Garfinkel logró que el sitio de 500 hectáreas (1.200 acres) se convirtiera en un parque nacional en lugar de un nuevo vecindario.
“Este es el logro más grande de mi vida”, se maravilla. “Ayudé a salvar el Valle de Ela”.
Fuente: Aishlatino