Un estudio reciente de la Universidad Hebrea tuvo como objetivo mejorar las actitudes hacia la comida en mujeres con hábitos alimentarios restringidos que controlan su dieta entrenándolas para responder con mayor flexibilidad a las señales alimentarias. Los resultados indicaron que sólo los participantes en el grupo de respuesta flexible mostraron una mayor positividad hacia la comida.
Un nuevo estudio dirigido por el estudiante de doctorado Shir Berebbi y su equipo bajo la dirección del investigador Prof. Eyal Kalanthroff del Departamento de Psicología de la Universidad Hebrea reveló hallazgos que indican que las mujeres que cuidan su dieta pueden mejorar significativamente sus actitudes hacia alimentos ricos en calorías mediante una respuesta flexible a los estímulos relacionados con los alimentos.
Los hallazgos fueron claros: el grupo que utilizó el método de respuesta flexible tuvo un gran aumento en el gusto por los alimentos ricos en calorías después del programa. Los otros grupos no mostraron ningún cambio notable en lo que sentían acerca de la comida.
Esto muestra que cuando las personas con hábitos alimentarios controlados equilibran la forma en que reaccionan a las señales alimentarias, pueden sentirse mejor con lo que comen.
Las personas que comen con moderación suelen mantener una evitación crónica de comer para controlar el peso, lo que lleva a una respuesta emocional negativa hacia la comida. Los intentos anteriores de alterar este patrón fomentando la eliminación completa de las respuestas inhibidoras a los alimentos dieron como resultado un mayor consumo de alimentos, pero también una mayor ansiedad relacionada con los alimentos.
En el estudio participaron 78 mujeres identificadas a través del Cuestionario holandés de conducta alimentaria por sus patrones alimentarios restringidos, caracterizados por una dieta crónica y un control de la ingesta de alimentos.
Los investigadores utilizaron pruebas psicológicas como la Prueba de asociación implícita (IAT) y la Tarea de señal de parada de alimentos (F-SST) para evaluar las actitudes subconscientes hacia la comida y el control de los impulsos. Una prueba de sabor falsa midió el consumo real de alimentos.
El estudio también introdujo una tarea flexible de respuesta alimentaria, en la que los participantes tenían que responder o inhibir su respuesta a diferentes estímulos alimentarios, siendo pioneros en nuevos enfoques para comprender las conductas alimentarias.
Los resultados fueron destacados ya que sólo el grupo expuesto al protocolo de respuesta flexible mostró una mejora significativa en las actitudes positivas hacia los alimentos ricos en calorías después de la intervención, sin cambios observables en las actitudes negativas entre los otros grupos.
Este resultado sugiere que un enfoque equilibrado para responder e inhibir las señales alimentarias puede fomentar reacciones emocionales más positivas a la comida entre aquellos con conductas alimentarias restringidas.
Además, el entrenamiento de respuesta flexible demostró un potencial prometedor para moderar la forma en que los participantes participaron en una prueba de sabor falsa aparentemente no relacionada, mostrando conductas alimentarias más equilibradas en comparación con otros grupos.
“Nuestros hallazgos son fundamentales ya que sugieren una nueva vía terapéutica que podría ayudar a las personas con patrones alimentarios desordenados a redefinir sus actitudes hacia la comida”, dijo el estudiante de doctorado Shir Berebbi. “Al abogar por la flexibilidad en lugar de respuestas rígidas o inhibiciones, podemos apoyar conductas alimentarias más sostenibles y saludables”.
Este estudio ofrece una nueva perspectiva sobre el tratamiento y el apoyo a las personas que luchan contra la restricción alimentaria y propone que fomentar un enfoque equilibrado de las señales alimentarias puede resultar más beneficioso que los métodos que promueven respuestas extremas.
El artículo de investigación titulado “Fostering positive attitudes toward food in individuals with restrained eating: the impact of flexible food-related inhibition”, está disponible en Journal of Eating Disorders.
Investigadores
Shir Berebbi1, Hadar Naftalovich1, Noam Weinbach2, Eyal Kalanthroff1,3.
Instituciones
1) Departamento de Psicología, Universidad Hebrea de Jerusalem, Israel.
2) Facultad de Ciencias Psicológicas, Universidad de Haifa, Israel.
3) Departamento de Psiquiatría, Centro Médico de la Universidad de Columbia, EE. UU.