La industria farmacéutica está pasando por una revolución impulsada por el CBD, y el profesor Chezy Barenholz, el principal inventor del fármaco contra el cáncer Doxil® (el primer nanofármaco aprobado por la FDA) con el que se trató a más de 1 millón de pacientes con cáncer en todo el mundo, está liderando el camino.
El profesor Barenholz es el Jefe del Laboratorio de Investigación de Membranas y Liposomas en el Departamento de Bioquímica de la Facultad de Medicina de la Universidad Hebrea en Jerusalem. Durante los últimos cuatro años, Chezy y su equipo de científicos se han asociado con Innocan Pharma para desarrollar nuevas soluciones farmacéuticas de CBD para tratar dolencias como el dolor, la inflamación y la epilepsia.
¿La razón de esta revolución? Según el Prof. Bareneholz, “los medicamentos cargados de CBD son más seguros y duraderos que las alternativas comunes como los esteroides y pueden administrarse en el cerebro y el sistema nervioso central de manera efectiva”.
La experiencia del profesor Barenholz antes de asociarse con Innocan Pharma incluye más de 50 años de investigación y desarrollo (I+D). Dirigió el desarrollo y la aprobación del fármaco contra el cáncer Doxil, ocupó el título de editor ejecutivo de Progress in Lipid Research y ha escrito más de 430 publicaciones. El profesor Barenholz ha sido fundamental para obtener más de 55 familias de patentes y docenas de desarrollos farmacéuticos diferentes. Por su importante contribución, el profesor Barenholz recibió muchos premios nacionales e internacionales, el último de los cuales fue el premio “EMET” 2020 del primer ministro israelí en nanotecnología.
La asociación con Innocan Pharma se centra en los liposomas cargados de CBD que esperan que se comercialicen para ayudar a una gran parte de la población. Según Barenholz, los desarrollos recientes que han realizado son “únicos y superiores a otras formulaciones de CBD para la administración de fármacos”. Cuando el CBD se administra por vía oral, la mayor parte se degrada rápidamente en el hígado. Por lo tanto, a pesar de respaldar la investigación que fomenta el uso de CBD para el dolor y la inflamación, actualmente no existe una fórmula o método de administración ideal en el mercado.
El profesor Barenholz, junto con la Dra. Ahuva Cern, también del Departamento de Bioquímica, que tiene muchos años de experiencia con los cannabinoides, están gestionando este proyecto en Barenholz, donde, junto con su equipo, facilitan la dosificación exacta y la liberación prolongada y controlada de CBD. La plataforma utiliza liposomas para liberar el CBD a la sangre de forma controlada durante un largo periodo de tiempo.
“Nuestro objetivo es crear un medicamento que pueda administrarse a través de una inyección subcutánea para permitir una liberación lenta y controlada del CBD que podría inyectarse, o incluso autoinyectarse, cada 3 o 4 semanas”, dice Barenholz.
A partir de hoy, las pruebas en animales pequeños y grandes (perros) mostraron que el fármaco tiene el potencial de ser más potente y menos tóxico que otros fármacos utilizados para tratar las mismas indicaciones. El equipo logró su primer hito de línea dura cuando la primera indicación del fármaco recibió las aprobaciones necesarias para que comenzaran más ensayos.
El equipo de Barenholz ya ha probado con éxito una formulación inyectable de CBD liposomal LPT en ratones, e incluso ha obtenido resultados prometedores en ensayos clínicos veterinarios diseñados para tratar perros. Se publicó un informe de caso con la formulación en Frontiers in Veterinary Science, que brinda detalles sobre la administración del analgésico CBD a un perro de 14 años que, según los informes, sufría de dolor, osteoartritis y neoplasia testicular. El perro fue monitoreado utilizando varios métodos, incluido un collar de detección de actividad, comentarios del propietario, análisis de sangre y otras técnicas de examen. Una semana después de la inyección, el perro mejoró su movilidad y disminuyó el dolor. Los análisis de sangre mostraron que el CBD permaneció presente en el plasma del perro durante 28 días después de la primera inyección. La directora ejecutiva de Innocan Pharma, Iris Bincovich, dijo que estaba encantada de que el estudio de caso mostrara “evidencia inicial de la eficacia de nuestras formulaciones y sistemas de administración de medicamentos”.
El profesor Barenholz compartió que el próximo paso de su equipo es ampliar y producir en masa este producto innovador, haciéndolo elegible para más ensayos clínicos y comercialización. En la industria farmacéutica, las probabilidades de sacar un fármaco al mercado son tan bajas como el 6 %, por lo que nos preguntamos si deberíamos esperar que el fármaco esté disponible para el público en el corto plazo. Barenholz respondió: “Las posibilidades de Innocan de llevar el fármaco al mercado son buenas”.
Tomamos la palabra de este veterano de la industria.
Fuente: International Business Times