Yonatan Golan eligió estudiar química y física en la Universidad Hebrea. Aunque originalmente menos atraído por la física, se encontró disfrutando inmensamente del lado experimental de sus estudios: seguir protocolos y tomar medidas en el laboratorio, escribir programas para analizar sus datos y, finalmente, desarrollar y realizar sus propios experimentos.
Se sorprendió a sí mismo al decidir continuar sus estudios y obtener una maestría en física. Aunque tuvo problemas con los cursos teóricos, encontró una repetición en su investigación, realizada en el Laboratorio de Biofísica Experimental del Prof. Eilon Sherman.
Yonatan estudió las membranas de las células T observando las proteínas en su superficie y finalmente publicó sus hallazgos en Nature Communications. “Recibir tal reconocimiento externo de mi investigación realmente me animó, solidificó mi fe en mis habilidades”.
“Mis estudios en la Universidad Hebrea me ayudaron a ser quien soy hoy. Adquirí habilidades cruciales que me sirven como científico: pensamiento crítico, comprensión de procesos, análisis de datos”.
Yonatan Golan (BSc Química y Física, MSc Física)
Durante algunos años, Yonatan y sus hermanos habían estado dando vueltas a la idea de comenzar algo juntos. Uno de sus hermanos, Matan, estaba terminando sus estudios en la Facultad de Medicina de la Universidad Hebrea. El otro hermano, Ido, había sido ingeniero jefe en una empresa de biotecnología de algas.
Juntos, fundaron una empresa y la llamaron Brevel, en honor al espíritu emprendedor de su abuelo: él había fundado y hecho crecer la empresa de motores Brevel en la década del ‘30. A ellos se unió un antiguo colega de Ido, cuya formación es en biología.
Yonatan y su equipo se pusieron manos a la obra y buscaron formas de cultivar más, mejores y más rentables algas, con la intención de comercializarlas en la industria alimentaria como una fuente de alimentos de rápido crecimiento, saludable y ecológica.
Un poco de información
Las algas se pueden cultivar al aire libre, con luz solar natural, lo que da como resultado un producto de crecimiento lento, de alta calidad pero que requiere mucha mano de obra. Alternativamente, se puede alimentar con azúcar y crecer abundantemente dentro de los biorreactores, que deben ser estériles y oscuros, pero la falta de luz solar afecta la calidad nutritiva de las algas y la esterilización es costosa.
El equipo de Brevel finalmente rediseñó los biorreactores y las válvulas y registró tres patentes. Hoy, Brevel es la primera y única empresa en el mundo que cultiva algas utilizando tanto la luz solar natural como el azúcar, produciendo algas de alta calidad y bajo costo, utilizando métodos escalables.
Brevel está ejecutando proyectos piloto con empresas de alimentos en Israel y en el extranjero, y está trabajando para establecer su primera fábrica, que estará ubicada en la ciudad sureña de Kiryat Gat.
Mirando hacia el futuro, Yonatan espera comenzar la producción a gran escala para 2024. “Brevel está en esto a largo plazo”, dice. “Generamos una nueva industria en Israel. Estoy orgulloso y emocionado de ver el impacto que tendrá Brevel, tanto a nivel local como global”.
Brevel ha ganado numerosos premios, incluido el primer lugar en MassChallenge tanto en Israel como en Suiza. La empresa también fue seleccionada para Google for Startups Accelerator: Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
¿Qué son las Proteínas Alternativas?
El campo de las proteínas alternativas tiene como objetivo reemplazar los productos de origen animal, como la carne y los lácteos, con alternativas creadas a partir de plantas, hongos, microorganismos (p. ej., algas) o células animales cultivadas, que es carne cultivada y recolectada en un laboratorio, en lugar de animales.
Hoy en día, los productos de origen animal son costosos, en términos de la cantidad de tierra, agua y energía requerida. A medida que crece la población mundial y países enteros adoptan un nivel de vida más alto, el consumo de productos de origen animal sigue aumentando.
El mercado de proteínas alternativas se esfuerza por hacer más con menos, para alimentar a más personas con alimentos de mayor calidad, utilizando una pequeña fracción de los recursos necesarios para producir productos de origen animal.
Los profesores y ex alumnos de la Universidad Hebrea están liderando el camino, convirtiendo a Israel en un líder mundial en el campo.