El estudio muestra que el aumento de la demanda de servicios recreativos tiene un impacto significativo en la forma en que se debe distribuir el desvío de agua a través de diferentes fuentes, equilibrando la preservación ecológica con las necesidades humanas.
Investigadores de la Universidad Hebrea de Jerusalem han introducido un modelo innovador que incorpora los servicios ecosistémicos recreativos de agua dulce en las decisiones de asignación de agua.
El estudio, realizado por Aliza Fleischer, el estudiante Yadin Gindin y Yacov Tsur, del Departamento de Economía y Gestión Ambiental de la Facultad de Agricultura, se centra en cómo las actividades recreativas como la pesca, la navegación y la natación, a menudo pasadas por alto en la gestión del agua, deberían desempeñar un papel más central en la política de asignación de agua.
Los ecosistemas de agua dulce no solo proporcionan servicios provisionales, como el agua potable, sino también oportunidades recreativas que apoyan las economías locales y mejoran el bienestar.
Los investigadores estimaron la demanda de servicios recreativos en función de los atributos del sitio acuático en función de los datos reales de visitas a los hogares. A continuación, integraron estas demandas en un modelo dinámico integral de la economía del agua de Israel para evaluar cómo influyen en la asignación y el precio óptimos del agua.
Sus hallazgos destacan un cambio significativo en la asignación de agua cuando se consideran los servicios recreativos. Por ejemplo, un aumento del 20% en la demanda de servicios recreativos generados por el caudal, como los que ofrecen los ríos y arroyos, conduce a una reducción del 24% en el desvío de agua de estos cuerpos de agua.
Al mismo tiempo, se extrae más agua de otras fuentes, con un aumento del 13% en el agua desviada del lago Kinneret y un aumento del 29% en la extracción de agua subterránea de los acuíferos.
Estos cambios reflejan un acto de equilibrio entre el mantenimiento de los caudales de agua para uso recreativo y la satisfacción de las demandas más amplias de agua de la población.
“Los resultados de nuestro estudio muestran que las políticas de gestión del agua ya no pueden ignorar el valor que las actividades recreativas proporcionan a las comunidades”, dijo el profesor Fleischer. “Al tener en cuenta estos servicios, los responsables de la formulación de políticas pueden tomar decisiones más informadas que beneficien tanto al medio ambiente como al público”.
Este enfoque es particularmente relevante en regiones con escasez de agua como Israel, donde es crucial equilibrar las necesidades competitivas de recursos hídricos, ya sea para la agricultura, el agua potable o el uso recreativo.
El modelo desarrollado por Fleischer, Gindin y Tsur ofrece una solución holística que integra la preservación ecológica con las necesidades humanas, proporcionando un avance para una gestión más sostenible y eficiente del agua.
Los investigadores creen que este modelo podría aplicarse en otros países que enfrentan desafíos similares, donde el uso recreativo del agua a menudo se deja de lado en favor de las demandas industriales o agrícolas. Al reconocer el valor de los servicios ecosistémicos de agua dulce, los gobiernos pueden adoptar la asignación de agua estrategias que garanticen tanto la salud ecológica como el disfrute humano de los recursos de agua dulce.
Este estudio marca un importante paso adelante en la promoción de políticas hídricas que prioricen la sostenibilidad a largo plazo y fomenten un equilibrio entre el desarrollo económico y la conservación del medio ambiente. A medida que la escasez de agua se convierte en un problema cada vez más acuciante en todo el mundo, la integración de los servicios ecosistémicos recreativos en los procesos de toma de decisiones podría resultar fundamental para dar forma al futuro de la gestión del agua.
El documento de investigación titulado “Integrating recreational ecosystem service valuations into Israel’s Water economy”, ya está disponible en Ecological Economics.
Investigadores:
Aliza Fleischer, Yadin Gindin, Yacov Tsur.
Departamento de Economía y Gestión Ambiental, Universidad Hebrea de Jerusalem.