Desde hace años, el profesor Matan Gavish imparte el curso más grande de la Universidad Hebrea sobre inteligencia artificial (IA), que toman cientos de estudiantes anualmente.
Sentía que tenía que haber algo grande y significativo que la IA pudiera hacer por el futuro de la humanidad. Su atención se centró en la agricultura sostenible y la agricultura de precisión. “Todo el mundo quiere trabajar en Silicon Valley”, reflexiona. “Pero el trigo y el maíz podrían ser mucho más importantes, en el gran esquema de las cosas”.
La dirección natural por tomar fue la Facultad de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente de la Universidad Hebrea. “La Universidad Hebrea es una potencia tanto en IA como en agricultura”, dice el profesor Gavish. “Tiene mucho sentido combinar estos dos campos y desarrollar formas de alimentar a las generaciones futuras, haciendo más con menos”. Se conectó con dos científicos de plantas: el Prof. Menachem Moshelion, experto en fisiología vegetal, y el Dr. Ittai Herrmann, experto en detección remota de plantas.
“Construimos ISURF a la manera israelí: con un poco de descaro, mucho espíritu emprendedor y una visión tecnológica ambiciosa que supera el límite del conocimiento y el presupuesto”.
Se inició un proyecto en Singapur, una diminuta ciudad-estado insular similar a Israel: es pequeña, carece de recursos naturales y tiene una economía basada en la innovación. Pero a diferencia de Israel, Singapur importa casi todo su suministro de alimentos y tiene muy poca tierra agrícola. Esto es motivo de preocupación ante la posible escasez de alimentos en las próximas décadas. Para enfrentar este desafío, Singapur está invirtiendo significativamente en acuicultura, agricultura urbana y proteínas alternativas, con el objetivo de producir el 30% de sus alimentos para 2030.
La autoridad de investigación de Singapur, CREATE, desarrolló alianzas estratégicas con instituciones selectas de todo el mundo, incluida la Universidad Hebrea de Jerusalem. Un equipo conjunto Israel-Singapur con colegas en ambos países, la Universidad Hebrea en Israel y la NTU en Singapur, solicitaron una beca de investigación altamente competitiva de CREATE. “Fue un Ave María”, dice el profesor Gavish. “Hasta donde sabemos, nada como nuestro centro de investigación propuesto existió en ninguna parte del mundo”.
El equipo ahora está construyendo Israel-Singapore URban Farm (ISURF), una instalación de investigación en Singapur que realiza experimentos en condiciones agrícolas urbanas tropicales del mundo real, monitoreando y midiendo los cultivos a medida que crecen en el clima de Singapur. “Esto es muy emocionante”, dice el Prof. Gavish. Los experimentos de vanguardia que realizaremos en ISURF podrían ser muy significativos para la producción de alimentos urbanos tropicales.