El FMI acaba de dar a conocer un informe en el que pronostica para Israel, como consecuencia del COVID-19, “la peor recesión de la historia y un desempleo que alcanzaría el 12 por ciento y una caída del PBI en torno al 5,3 por ciento”. Dicho informe se contrapone a las cifras brindadas por el Banco de Israel, por lo que consultamos al economista Esteban Klor, profesor de la Universidad Hebrea de Jerusalem, para conocer en detalle la situación.
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“Israel, antes del coronavirus, venía con una economía muy sólida, con un desempleo menor al 3, 5 por ciento, y con el ‘parate’ de esta pandemia, la desocupación trepó a más del 25 por ciento, y la idea del gobierno es paulatinamente retomar la actividad económica, a partir del próximo domingo, y se espera que para junio o julio se pueda ya a estar en el 80 por ciento de la producción que tenía antes del coronavirus; y los más optimistas, piensan que para fines de este año se vuelva a los niveles de febrero de 2020”, comenzó explicando el economista.
Respecto de qué ocurrirá con los trabajadores hoy desocupados, Klor, explicó que Israel dio incentivos a las empresas para no despedir trabajadores, sí hay algunas que cesaron a trabajadores, pero la idea del gobierno es que las empresas se mantengan a flote para que ellas puedan volver a emplear a su personal, que el desafío es que las empresas no quiebren, porque si eso sucediera, los empleados no tendrían dónde regresar a trabajar.
Sobre las especulaciones de los israelíes frente a los datos dados por el FMI, indicó que “todo depende cuándo se pueda retomar el mercado de trabajo y la gente pueda volver a trabajar”, Que si eso sucede así, que comience el próximo domingo alguna actividad, el PBI bajará entre un cinco o diez por ciento, como va a suceder en el mundo desarrollado, y que se espera sí para el año que viene estar en un ocho por ciento, que es lo que indica el Banco de Israel, lo que implica que para el final del año 2020, principios de 2021, se podrá a tener un PBI como el de febrero de 2020.
Respecto del comercio exterior, y su impacto en la economía, Klor indicó que en ese aspecto Israel está menos afectado que otros países, dado que la mayoría de las exportaciones corresponden al mercado financiero y al de alta tecnología, y no ve que eso pudiera verse complicado. En cuanto a la importación, todo depende de lo que puedan aumentar los productos que compra Israel al exterior, después de esta crisis; y respecto de la inflación, destacó que Israel no tiene un problema inflacionario, que “antes del coronavirus era de cero por ciento”, por debajo del objetivo del Banco Central, y subrayó que “no imprimió dinero, para aportar un paquete de ayuda a las Pymes y a los trabajadores:, sino que tomó deuda”, y que por eso no se espera brote inflacionario. Insistió en que no se financió con impresión monetaria, sino con bonos que deberán cancelarse a largo plazo.
Acerca de lo que sucederá en el sector Turismo, más allá de las voluntades de Israel, dado que están implicados, países, líneas aéreas, hotelería, a la industria que vive de eso, dijo que su impacto en la economía será sin dudas significativo, pero que para los israelíes “no es algo inusual”, que lo padecieron en los años de la Segunda Intifada, y nuevamente hace diez años con las operaciones en la Franja de Gaza, cuando habían dejado de llegar turistas extranjeros, y que lo que se logró hacer fue promover el turismo local, es decir que los israelíes viajaran dentro del territorio, ocuparan los hoteles; y que habrá que ver en esta oportunidad cómo lo tomará la gente, si viajarán, si ocuparán hoteles. Por otra parte, dijo que “los israelíes sí pueden tomar sus vacaciones para julio -agosto, y se podría paliar en algo la situación”.
Acerca del aspecto político, cuando todavía no se definió e gobierno en Israel, sostuvo que “es crucial que se forme un nuevo gobierno” que parte del paquete apoyo del Estado a los trabajadores y a las empresas, depende de la aprobación de un presupuesto y que este no se puede aprobar hasta que no haya un gobierno estable, y no uno de transición, que de acuerdo a lo que ocurrió hoy (miércoles) el Parlamento tiene tres semanas de plazo para formar un gobierno, si esto no llegará a suceder, habrá que ir a una cuarta ronda de elecciones. “Espero que esto no suceda así porque va a generar un gran impacto en la economía, porque gran parte de las medidas no podrán llevarse a cabo”.