Según la paradoja de Fermi, ya deberíamos haber detectado vida extraterrestre inteligente, sea a través de nuestras propias herramientas o a través de estas civilizaciones que nos hubieran visitado o contactado de alguna u otra forma.
Y ahora un nuevo estudio publicado en arXiv sugiere que es posible que todavía no hayamos tenido contacto con extraterrestres porque básicamente nos encuentran poco interesantes debido a nuestra limitada tecnología.
El autor del estudio, el astrofísico Amri Wandel, del Instituto Racah de Física de la Universidad Hebrea de Jerusalem, ha señalado que los extraterrestres se sienten más atraídos por otros planetas más avanzados que por el nuestro propio, y por eso no se han visto en la obligación de comunicarse con la Tierra.
En este artículo, el astrofísico sugiere que la vida inteligente abunda en toda la Vía Láctea, pero debido a que estas civilizaciones extraterrestres inteligentes cuentan con una gran cantidad de otras formas de vida en planetas para visitar, nos habrían dejado de lado.
Aún queda mucho tiempo para recibir una hipotética respuesta de vida extraterrestre
Esta teoría del astrofísico añade que el ser humano se ha intentado poner en contacto con los extraterrestres muy recientemente, y que las ondas de radio aún no han llegado a conocimiento de ninguna otra forma de vida.
En concreto habla que los seres humanos han estado emitiendo ondas de radio hacia el cosmos desde la década de 1930, sin embargo se estima que estas señales han llegado solo a 15.000 estrellas y a sus planetas en órbita, una pequeña fracción de los 400.000 millones de estrellas solo en la Vía Láctea.
Además, no fue hasta 1974 con el mensaje de Arecibo, cuando los seres humanos enviaron a propósito una transmisión de alta potencia al espacio con la intención de comunicarse con vida extraterrestre, unas ondas que habrían tenido todavía muy poco recorrido y una supuesta respuesta de otra civilización también tardaría bastante en llegar a la Tierra.
Añade que cuanto más tiempo pasa, más lejos viaja nuestra huella tecnológica en la forma de estas ondas de radio, con lo que se incrementa un porcentaje muy pequeño la posibilidad de acabar recibiendo algún tipo de respuesta con el paso de las décadas.
Fuente: ComputerHoy