La historia de los asentamientos en la metrópolis de Hazor, en la Edad del Hierro, en Israel, es el foco de un nuevo proyecto de investigación. Los investigadores quieren desarrollar una imagen completa de los cambios culturales y étnicos que se produjeron en Levante durante la transición de la Edad del Bronce a la Edad del Hierro. El equipo también examinará cómo se desarrolló la identidad del pueblo de Israel en el curso de estas transformaciones.
Los primeros orígenes de los israelitas están en el centro de un nuevo proyecto de investigación.
Un equipo de investigadores dirigido por el arqueólogo y estudioso de la Biblia hebrea, Prof. Dr. Benedikt Hensel, explorará durante un período de tres años cómo una de las “megaciudades” más grandes de la Edad del Bronce en el Mediterráneo oriental fue abandonada y luego reubicada durante siglos, y cómo las narrativas sobre estos eventos influyeron en la configuración de las primeras identidades israelitas.
La Fundación Gerda Henkel financia con alrededor de 400.000 euros el proyecto titulado “Reasentamiento de ruinas y recuerdos en ciernes: un estudio de caso sobre Hazor y la configuración de las primeras identidades israelitas durante la Edad del Hierro”.
El equipo internacional de investigadores con sede en Oldenburg trabajará en estrecha colaboración con académicos del Instituto de Arqueología de la Universidad Hebrea de Jerusalem y la Universidad de Ratisbona.
Las ruinas de la antigua ciudad de Hazor se encuentran en el norte de Israel, al norte del Mar de Galilea. Según los hallazgos arqueológicos, el sitio fue habitado por primera vez hace unos 5.000 años, en la Edad del Bronce Antiguo.
En la Edad del Bronce Medio y Final, la población de Hazor había crecido hasta alcanzar entre 10.000 y 15.000 personas gracias a su ubicación estratégica en el cruce de varias rutas comerciales, lo que la convertía en la ciudad más grande de toda la región.
Varias fuentes de este período, incluidas cartas y tablillas de arcilla de ciudades de Siria y Egipto con las que los gobernantes de Hazor comerciaban, dan testimonio del papel central que desempeñó Hazor como centro comercial y crisol cultural para toda la región del Cercano Oriente.
Al final de la Edad del Bronce, alrededor del 1300 a. C., Hazor fue destruida y abandonada temporalmente por motivos desconocidos. En la siguiente Edad del Hierro, el lugar fue repoblado, aunque en una escala mucho menor. “No sabemos con seguridad a qué cultura pertenecían los habitantes de Hazor”, afirma Hensel. Además de los hallazgos arqueológicos, los textos bíblicos también han servido como fuente clave de información sobre Hazor.
El libro de Josué, del Antiguo Testamento, por ejemplo, describe cómo los israelitas conquistaron Hazor, que en aquella época estaba habitada por cananeos. Sin embargo, los investigadores cuestionan la historicidad de estos pasajes, porque los textos datan de un período mucho posterior. “Probablemente no estén directamente relacionados con la colonización de Hazor”, afirma Hensel.
El equipo de investigación interdisciplinario está examinando ahora con mayor detalle el período de reasentamiento. Investigadores de los campos de la arqueología, la historia social y cultural, la antropología y los estudios bíblicos hebreos planean utilizar los resultados para crear una visión integral de las transformaciones culturales y étnicas que tuvieron lugar en el área entre el Éufrates y la península del Sinaí conocida como el Levante. durante la transición de la Edad del Bronce a la Edad del Hierro, y de cómo se desarrolló la identidad de los primeros israelitas en el curso de estos trastornos.
Uno de los objetivos clave del proyecto es investigar el reasentamiento de las ruinas de la Edad del Bronce durante la Edad del Hierro. Los investigadores pretenden aprender más sobre cómo los nuevos colonos vieron y trataron los restos de los edificios destruidos en el sitio y obtener información sobre su identidad cultural y étnica. “Los nuevos colonos parecen haber evitado deliberadamente ciertos lugares de la ciudad, como el antiguo distrito de templos en la parte alta de la ciudad, que en realidad habría sido un lugar ideal para establecerse”, explica Hensel. El equipo planea llevar a cabo más excavaciones para localizar otros sitios con una historia similar dentro del complejo de la ciudad.
Un segundo objetivo del proyecto es la reconstrucción histórico-literaria y histórico-cultural de los relatos de Hazor y los cananeos dentro de la tradición bíblica, y un examen de cómo estas narrativas están vinculadas a la imaginación bíblica de Israel como una cultura tribal temprana. “En las narraciones bíblicas, Hazor es retratada como la capital de los cananeos. Esta imagen es en su mayor parte artificial, pero a lo largo de los siglos durante los cuales se compilaron los textos bíblicos perduró, incluso mucho después de que el asentamiento fuera abandonado”, explica Hensel. “Hazor sirve como una contraimagen de los israelitas, dando forma a la identidad del Israel bíblico a través de medios literarios”, observa. El equipo del proyecto está investigando los posibles puntos de anclaje históricos de estos procesos de construcción de identidad.
Se han llevado a cabo extensas excavaciones arqueológicas en Hazor desde los años 90. Están dirigidos por el profesor Hensel y el Dr. Igor Kreimermann de la Universidad Hebrea de Jerusalem, que también participa en el proyecto actual.
Fuente: IDW