Las carnes, plantas y el pescado eran protagonistas del régimen nutricional de nuestros ancestros.
La alimentación no era constante y el lujo de respetar las cuatro comidas al día no existía, pues se comía cuando había. Miles de años después, el régimen nutricional que enfrentaron nuestros antepasados volvió para convertirse en una de las variadas dietas del siglo XXI, aun cuando se desconocen todos los alimentos que integraban el plan paleo.
Un grupo de arqueólogos en un sitio al norte del valle del Jordán, en Israel, descubrió nuevas y sorprendentes pistas sobre la dieta paleo real. Según los descubrimientos, los antiguos seres humanos se deleitaron con una amplia variedad de plantas, carnes y pescados.
En otra distancia, los investigadores de la Universidad Hebrea de Jerusalem y la Universidad Bar Ilan identificaron 55 especies de plantas comestibles que los humanos habrían comido hace 780.000 años, incluyendo verduras, frutas, frutos secos y semillas.
“Nuestro conocimiento de la dieta de los homínidos temprano deriva principalmente de restos de esqueletos de animales que se encuentran en los sitios arqueológicos, lo que lleva a un sesgo hacia una dieta a base de proteínas”, escribieron los autores en el estudio, publicado en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias. Llegaron a la conclusión de que sus hallazgos “cambian las nociones anteriores de la dieta paleo”.
Los autores señalan que nuestros antepasados contaban con una dieta variada; comían en la temporada baja, lo que indicaba que se “agachaban” en un solo lugar y encontraban alimentos durante todo un año.
Los investigadores encontraron evidencia que mostraría, además, cómo cocinaban sus alimentos para que fueran seguros y más deliciosos al ingerirlos.
“El uso del fuego fue muy importante, ya que muchas de las plantas eran tóxicas o no comestibles. El poder asar nueces y raíces, por ejemplo, les permitía consumir una amplia gama de plantas”, dijo el autor Naama Goren-Inbar, profesor en el Instituto de Arqueología de la Universidad Hebrea de Jerusalem, en un comunicado de prensa.
“Probablemente no haya habido ni un solo equilibrio entre la carne y la planta”, explicó Peter Ungar, presidente del área de Antropología en la Universidad de Arkansas, Estados Unidos. El médico agregó: “La evolución humana es un trabajo en progreso, y las dietas es probable que varíen según el tiempo y espacio”.
Fuente: El Universo (Ecuador)