Un nuevo estudio revela que en los ecosistemas áridos, los artrópodos más grandes, como las termitas y los escarabajos, desempeñan un papel crucial en la descomposición, desafiando la visión tradicional de que la actividad microbiana domina este proceso en ambientes secos.
Investigadores de la Universidad Hebrea de Jerusalem han descubierto una posible solución al antiguo “enigma de la descomposición del desierto” en un nuevo estudio publicado en eLife.
Dirigido por el Dr. Viraj Torsekar, el Dr. Nevo Sagi y el profesor Dror Hawlena de la Universidad Hebrea, el estudio desafía las creencias convencionales sobre los procesos de descomposición a través de diferentes gradientes climáticos.
Tradicionalmente, se pensaba que las tasas de descomposición eran impulsadas principalmente por microorganismos y disminuirían en ambientes más secos. Sin embargo, esta nueva investigación revela que los artrópodos más grandes desempeñan un papel crucial y previamente subestimado en los ecosistemas áridos.
Principales conclusiones:
- Los descomponedores de diferentes tamaños responden distintivamente a los niveles de precipitación.
- La descomposición microbiana aumenta con las precipitaciones durante los meses de invierno.
- La macrodescomposición, impulsada por artrópodos más grandes como termitas y escarabajos, alcanza su punto máximo en sitios áridos durante el verano.
- Estas respuestas contrastantes dan como resultado tasas de descomposición general similares en la mayor parte del gradiente de precipitación.
Los investigadores llevaron a cabo su estudio en siete sitios en Israel, que van desde climas hiperáridos hasta mediterráneos. Utilizaron cestas de arena innovadoras con diferentes tamaños de malla para aislar los efectos de los descomponedores de diferentes tamaños.
“Nuestros hallazgos muestran que las dependencias climáticas contrastantes de los descomponedores de micro y macrofauna conducen a tasas de descomposición inesperadamente altas en ambientes áridos”, dice el Dr. Torsekar. “Esto proporciona una explicación plausible de por qué la descomposición de la hojarasca en las tierras secas ocurre más rápido de lo que se pensaba, un rompecabezas que ha desafiado a los científicos durante décadas”.
“Esta investigación pone de relieve el papel que se pasa por alto de los artrópodos más grandes en los ecosistemas secos”, añade el Dr. Sagi. “Al revelar que las regiones áridas pueden soportar tasas de descomposición similares o superiores a las de las zonas más húmedas, esperamos inspirar nuevas estrategias para conservar estos ecosistemas vulnerables”.
El profesor Hawlena concluye: “Comprender la dinámica de la descomposición en las tierras secas es esencial para conservar y restaurar los procesos críticos de los ecosistemas, particularmente a medida que estas regiones se expanden a nivel mundial. Nuestros hallazgos también tienen implicaciones significativas para el ciclo global del carbono y los modelos de cambio climático”.
Las implicaciones del estudio van más allá de la ecología, lo que podría influir en los modelos de cambio climático y las estrategias de conservación de los ecosistemas áridos de todo el mundo.
El artículo de investigación titulado “Contrasting responses to aridity by different-sized decomposers cause similar decomposition rates across a precipitation gradient”, ya está disponible en eLife.
Investigadores:
Viraj Torsekar1,2, Nevo Sagi1, Alfred Daniel Johnson3, Yael Hawlena1, Efrat Gavish-Regev3, Dror Hawlena1,3.
Instituciones:
1) Laboratorio de Ecología de Gestión de Riesgos, Departamento de Ecología, Evolución y Comportamiento, Instituto Alexander Silberman de Ciencias de la Vida, Universidad Hebrea de Jerusalem.
2) Laboratorio de Ecología Teórica y Evolución, Centro de Ciencias Ecológicas, Instituto Indio de Ciencias.
3) Las Colecciones Nacionales de Historia Natural, Universidad Hebrea de Jerusalem.