Un equipo internacional de investigadores ha descubierto la respuesta a un viejo enigma de la comunidad científica, demostrando de una vez por todas que el D2O, o “agua pesada”, -una forma de agua que contiene un isótopo diferente del deuterio (D), también conocido como “hidrógeno pesado”- tiene un sabor dulce.
Hay pruebas anecdóticas de 1935 de que el sabor del D2O puro es distinto del sabor neutro del H2O puro, describiéndose principalmente como “dulce”. Sin embargo, los investigadores de ese estudio describieron sus resultados como no concluyentes.
El equipo, dirigido por Masha Niv, del Instituto de Bioquímica, Ciencia de los Alimentos y Nutrición de la Universidad Hebrea de Jerusalem, y Pavel Jungwirth, de la Academia de Ciencias de la República Checa, decidió examinar si los rumores sobre el sabor del agua eran ciertos utilizando experimentos basados en células, sujetos humanos, modelos de ratón y simulaciones de dinámica molecular.
El estudio, que se publicó en Communications Biology el mes pasado, descubrió que el agua pesada podía distinguirse del agua normal sólo por su sabor.
Además, el estudio también descubrió que los humanos probablemente serían capaces de reconocer el olor dulce, mientras que las ratas no.
En estudios anteriores se descubrió que las ratas mostraban efectos nocivos cuando los niveles de D2O en su sangre alcanzaban niveles elevados, aunque los científicos la han considerado segura para la ingestión oral en pequeñas dosis por parte de los humanos.
Durante el estudio, los participantes recibieron tres muestras de agua. Dos muestras eran de agua ordinaria y la tercera de agua pesada.
Se pidió a los participantes que olieran el agua, luego que la probaran mientras tenían la nariz cerrada con pinzas y, por último, que sorbieran el agua libremente, sin pinzas en la nariz.
Cuando los investigadores añadieron a la muestra de agua pesada la sal de ácido carbólico lactisole, que inhibe el receptor del sabor dulce T1R2/T1R3, disminuyó el sabor dulce para los humanos y bloqueó la activación del receptor del sabor dulce a nivel celular.
Esto demostró a los investigadores que el receptor del sabor dulce T1R2/T1R3, que se activa en los humanos por los azúcares y los edulcorantes artificiales, también es activado por el agua pesada.
Aunque no es radiactiva, el agua pesada es muy codiciada por su estructura atómica y sus propiedades únicas, que permiten utilizarla en la producción de energía nuclear y armas.
En ciertos tipos de reactores nucleares, el isótopo de hidrógeno más pesado del agua pesada actúa como moderador de neutrones y refrigerante, lo que le permite ralentizar los neutrones para que sea más probable que reaccionen con ciertos isótopos de uranio.
Aunque su condición de producto muy codiciado tiene un precio elevado, “una mejor comprensión de nuestros receptores del sabor dulce puede conducir a nuevas formas de provocar la sensación de dulzura, sin el azúcar”, afirmó Niv en un comunicado.
Dado que los receptores del sabor dulce a los que el agua pesada da respuesta existen en otros tejidos además de la lengua humana, los hallazgos podrían tener también implicaciones futuras en el campo de la medicina.
“Nuestro receptor del sabor dulce pertenece a una familia muy importante de receptores llamados GPCR”, explicó Nev. “Los GPCR son importantes dianas farmacológicas y un conocimiento más profundo de sus mecanismos de activación podría profundizar en nuestra comprensión de esta útil familia de proteínas”.
La diferencia más notable en cuanto a propiedades físicas entre el D2O y el H2O es la densidad, aproximadamente un 10% mayor, que da lugar a una molécula más pesada con puntos de congelación y ebullición ligeramente superiores.
CITATION: Ben Abu, N., Mason, P.E., Klein, H. et al. Sweet taste of heavy water. Commun Biol 4, 440 (2021). https://doi.org/10.1038/s42003-021-01964-y
FUNDING: ISF, UHJ-France, Foundation Scopus.