Investigadores israelíes de la Universidad Hebrea-Centro Médico Hadassah emitieron una refutación directa a la prestigiosa revista médica JAMA, respecto de un reciente artículo de punto de vista titulado “Guerras en Gaza y más allá” escrito por investigadores de la Universidad de Georgetown en Washington, D.C., EE.UU. Los médicos israelíes refutaron enérgicamente las acusaciones de que la “respuesta desproporcionada” de Israel viola el derecho internacional y que los acontecimientos del 7 de octubre “catalizaron” el estallido del conflicto, lo que implica que Hamás no fue el único instigador de las atrocidades cometidas.
El Journal JAMA publicó una aguda carta escrita por los profesores Elihu D. Richter MD, Elliot M. Berry MD y Avraham I. Rivkind MD, de la Facultad de Medicina de la Universidad Hebrea-Centro Médico Hadassah en respuesta a un punto de vista “Guerras en Gaza y más allá” publicado por el Journal.
Reiteraron el compromiso inquebrantable de Israel con el derecho internacional en todas sus operaciones en Gaza, contrastándolo con las acciones de la organización terrorista, que viola flagrantemente el derecho internacional. La carta señalaba que “cada vez hay más información de que Hamás utiliza muchos hospitales como escudos, bases terroristas y depósitos de municiones”.
Los médicos israelíes escribieron que “Hamas, al igual que ISIS, fue el perpetrador de una masacre genocida el 7 de octubre, que incluyó atar a niños y dispararles en la cabeza y usar la violencia sexual como arma. La carta de Hamás llama a la eliminación de los israelíes y del pueblo judío”, contraviniendo el derecho internacional que prohíbe inequívocamente el genocidio. Las acciones del terrorista de Hamas se alinean con el llamado de su carta al exterminio de los israelíes.
En cuanto a la causa de la guerra, los médicos enfatizaron su objeción al término “catalizado”, que implica que Hamás no es el único responsable de la masacre del 7 de octubre. Además, los médicos se hicieron eco de las críticas generalizadas contra la Cruz Roja y las organizaciones de las Naciones Unidas en relación con los secuestros y secuestros que siguen detenidos en Gaza. Destacaron la falta de respuesta a los años de “adoctrinamiento e incitación antisemita de la cuna a la tumba de Hamás” con “motivos de genocidio”, así como el “vergonzoso fracaso” de estas organizaciones a la hora de acceder a los rehenes retenidos en Gaza o de proporcionarles la medicación necesaria. La Cruz Roja y las Naciones Unidas son testigos de la incapacidad de la comunidad internacional para respetar incluso las normas más fundamentales que defienden.
Los autores subrayan que “Israel ha hecho todo lo posible en una situación en la que no hay demarcaciones claras entre civiles y combatientes, al tiempo que intenta erradicar el mal”.