El nano revestimiento bloquea hasta el 70% de la radiación infrarroja y permite la entrada de hasta el 90% de la luz solar.
Los profesores Shlomo Magdassi y Daniel Mandler, ambos de la Universidad Hebrea de Jerusalem, formaron parte de un equipo de investigación que inventó un material de revestimiento de ventanas para bloquear el calor del sol sin bloquear las vistas.
“Se espera que el resultado de la investigación permita la fabricación de ventanas únicas que resultarán en ahorros de energía”, dijo Magdassi, experto en ciencia de materiales y nanotecnología de la Universidad Hebrea de Jerusalem.
El proyecto de ventana electrocrómica, como se informó en Ceramics International, fue dirigido por el profesor Alfred Tok de la Universidad Tecnológica de Nanyang (NTU) en Singapur, en colaboración con los investigadores de la Universidad Hebrea.
NTU tiene un programa de investigación conjunto con la Universidad Hebrea. Magdassi y Mandler, que han estado trabajando con NTU desde 2010 para crear nuevos nanomateriales, actualmente se encuentran en un semestre sabático allí.
El recubrimiento incorpora cantidades nanométricas de materiales avanzados como el dióxido de titanio y el trióxido de tungsteno para bloquear hasta el 70% de la radiación infrarroja proveniente del sol, mientras permite la entrada de hasta el 90% de la luz solar.
Esta capacidad de bloqueo del calor se activaría mediante electricidad; los usuarios pueden encenderlo y apagarlo según sea necesario. Usarlo en climas cálidos podría generar ahorros significativos en aire acondicionado.
Los científicos dicen que el material de recubrimiento duradero y económico es aproximadamente un 30% más efectivo para regular el calor que los tipos existentes de ventanas electrocrómicas, que están teñidas para reducir la entrada de luz, pero no bloquean los rayos infrarrojos.
El proyecto fue financiado por el programa CREATE de la Fundación Nacional de Investigación de Singapur. Se realizarán más pruebas del material en iGlass Asia Pacific con miras a incorporar ventanas inteligentes en sus proyectos de construcción sostenible.
Por Abigail Klein Leichman, Israel21C