Científicos de Israel convierten piel humana en placenta

El Prof. Yossi Buganim y su equipo de investigación de la Facultad de Medicina de la Universidad Hebrea de Jerusalem han logrado un hito innovador en el campo de la reprogramación celular.

Su último estudio, publicado en la prestigiosa revista Nature Communications, revela un avance notable en la conversión de muestras de piel en células de placenta humana funcionales.

Este logro tiene implicancias significativas para comprender el desarrollo del embarazo, estudiar enfermedades relacionadas con el embarazo y avanzar en las terapias celulares.

La investigación abre nuevas vías para investigar las causas de la infertilidad, las complicaciones durante el embarazo y las implicaciones para la salud a largo plazo tanto para las madres como para los bebés.

La reprogramación de células para asumir nuevas identidades ha sido un enfoque del laboratorio del Prof. Buganim, que utiliza proteínas especializadas para modificar la expresión génica. Al transformar las células de la piel en otros tipos de células, el equipo permite el estudio de enfermedades específicas y el desarrollo potencial de terapias basadas en células. Sin embargo, acceder a las células de la placenta, un órgano crítico en el embarazo, ha sido durante mucho tiempo un desafío debido a limitaciones técnicas y éticas.

Células multinucleadas de placenta | Foto: Moriyah Naama, Laboratorio Buganim
Células multinucleadas de placenta | Foto: Moriyah Naama, Laboratorio Buganim

La investigación reciente del laboratorio del Prof. Buganim supera estos obstáculos al derivar células placentarias tempranas de muestras de piel. Este avance proporciona un suministro ilimitado de células para estudiar la función placentaria. Además, las personas que experimentaron embarazos complicados pueden arrojar luz sobre los mecanismos detrás de las complicaciones del embarazo al utilizar células derivadas de la piel con la misma composición genética que podría haber contribuido a la disfunción placentaria.

Para lograrlo, el equipo identificó un conjunto de genes que rigen la identidad de las células madre placentarias (también denominadas células madre trofoblásticas (TSC)), las células precursoras responsables del desarrollo de la placenta. Al inducir la expresión de estos genes en las células de la piel, los investigadores convirtieron con éxito las células de la piel en células madre placentarias funcionales y estables. Estas células madre placentarias inducidas exhibieron propiedades similares a las células obtenidas de embarazos tempranos y poseían la capacidad de dar lugar a diferentes subtipos de células placentarias. Los análisis exhaustivos, incluidas las comparaciones multiómicas, validaron la superioridad de este método sobre los enfoques publicados anteriormente.

El proyecto fue dirigido por la Dra. Moriyah Naama, participante del programa MD/PhD en la Universidad Hebrea, en colaboración con Moran Rahamim, estudiante de doctorado y otros miembros del laboratorio de Buganim.
En particular, los científicos utilizaron pruebas de embarazo de venta libre para evaluar rápidamente sus células reprogramadas, ya que estas células producen varias hormonas del embarazo, incluida la gonadotropina coriónica humana (hCG). El equipo recibió orientación importante del laboratorio del Prof. Simcha Yagel en el Departamento de Obstetricia y Ginecología de la Organización Médica Hadassah y del Laboratorio de Investigación de Células Madre en el Centro Médico Shaare Zedek, dirigido por la Prof. Rachel Eiges, que brindó información valiosa y proporcionó muestras críticas de embriones-PGD.

De izquierda a derecha: Moran Rahamim y Dra. Moriyah Naama | Foto: Moriyah Naama, Laboratorio Buganim
De izquierda a derecha: Moran Rahamim y Dra. Moriyah Naama | Foto: Moriyah Naama, Laboratorio Buganim

Los hallazgos de este estudio son una gran promesa para avanzar en nuestra comprensión del desarrollo del embarazo, la infertilidad y las enfermedades relacionadas con el embarazo. Tienen el potencial de revolucionar la investigación sobre patologías placentarias y causas genéticas, lo que conducirá a mejores herramientas de diagnóstico e intervenciones terapéuticas.

Fuente: Universidad Hebrea de Jerusalem