La Universidad Hebrea devuelve la connotación negativa de la palabra “cohete” lanzando uno por el bien de la ciencia. Los cohetes pueden tener implicaciones positivas para los campos de la ciencia y la tecnología.
Por primera vez, los estudiantes del Club de Cohetes de la Universidad Hebrea de Jerusalem han lanzado con éxito un cohete no militar desde el kibutz Bet Nir con el objetivo de dejar en claro que los cohetes se pueden usar para aprender y avanzar en la ciencia, no son solo un arma de guerra.
El cohete alcanzó una altitud máxima de aproximadamente 720 metros (aproximadamente 2362 pies) a una velocidad de aproximadamente 340 km por hora (211 millas). Cuando el cohete despegaba, los estudiantes observaron los datos científicos relacionados con el vuelo, que se transmitieron a una estación terrestre durante el lanzamiento. Esto incluyó pruebas y mediciones del alcance, la velocidad y más de los cohetes.
Decenas de espectadores, compuestos en parte por representantes del mundo académico, las industrias de la ciencia y la tecnología, y la empresa de fuegos artificiales y pirotecnia Zik Dinur, vinieron a observar el lanzamiento del cohete.
El cohete fue devuelto al suelo usando un paracaídas, destinado a reducir la velocidad de caída para no dañarlo. El proyecto se cumplió en parte con la ayuda de varias empresas y organizaciones, como Technion, IAI y Rafael.
El objetivo principal del lanzamiento era contrarrestar la connotación negativa de la palabra “cohete” que, especialmente en Israel, se asocia en gran medida con la guerra y el terror. Los cohetes pueden tener implicaciones positivas para los campos de la ciencia y la tecnología.
Este es el tercer año que el programa de enriquecimiento de este club se lleva a cabo en el Instituto Racah de Física de la Universidad Hebrea. Cualquier estudiante cuyo curso de estudio esté relacionado con las actividades del Club de Cohetes puede participar.
El vicepresidente de Investigación y Desarrollo de la Universidad Hebrea y miembro del comité directivo del club, el profesor Reem Sari, señaló que “el club permite una interacción un poco menos formal y escuchar a los investigadores y expertos en contenido sobre sí mismos y sobre la investigación y los experimentos que realizan”.
“Además, los estudiantes experimentan el trabajo en equipo y aportan los diversos conocimientos que adquirieron durante el grado a la expresión en el camino para resolver un problema de ingeniería real”, agregó Sari.
El cohete fue nombrado RAM-1 en honor a Givat Ram, el lugar donde se ensambló, así como la palabra hebrea ‘ram’, que significa “alto”, porque el cohete está destinado a volar alto. El ‘1’ en RAM-1 enfatiza que este cohete es el primero en su tipo.
Por Lilia Gaufberg IsraelNewsStand.com