Los nanovehículos líquidos del Prof. Nissim Garti administran formulaciones orales o tópicas de medicamentos que generalmente se administran solo con aguja.
Orly Shani, de 68 años, tiene la enfermedad del cuerpo poliglucosano del adulto (APBD, por sus siglas en inglés), una rara enfermedad neurodegenerativa genética que afecta los músculos desde las caderas hacia abajo.
Hace varios años localizó a científicos en Estados Unidos y España que sintetizaron una molécula bioactiva como posible remedio. En experimentos realizados en Israel, este nuevo compuesto en polvo restauró las neuronas dañadas cuando se inyectó dos veces al día en un modelo de APBD en ratones.
Para probarlo en humanos, necesitaban un régimen de tratamiento que fuera más fácil para el cuerpo.
“Mi esposo estaba hablando de eso con amigos”, dice Shani, “y uno de ellos es médico. Dijo que conoce a un profesor de la Universidad Hebrea, Nissim Garti, que puede convertir un polvo en un jarabe en un proceso patentado”.
La empresa de biotecnología LDS (Lyotropic Delivery Systems) de Garti desarrolla vehículos de “nanodominios” líquidos no perecederos listos para cargarse con formulaciones orales o tópicas de medicamentos que, de otro modo, solo podrían administrarse mediante inyección o infusión.
“Siempre es difícil que un fármaco atraviese cualquier tipo de membrana, ya sea del estómago al torrente sanguíneo o de la parte frontal del ojo a la parte posterior del ojo, oa través de las capas de la piel o a través de las uñas”, explica Garti. “Nuestra tecnología puede transferir medicamentos bioactivos aprobados por la FDA a través de estas barreras”.
El “autobús” de nanodominios se estaciona en el órgano objetivo o en la barrera de la membrana del músculo con una acción de adherencia que activa la apertura de la membrana y permite que la “carga” fluya de manera controlada, sin pasar por el hígado, donde los medicamentos pueden causar toxicidad.
Un milagro
Hace aproximadamente un año y medio, el Ministerio de Salud de Israel permitió que Shani recibiera la reformulación líquida del fármaco experimental en polvo de Garti, sobre una base de uso compasivo, en el Centro Médico de la Universidad Hebrea Hadassah en Jerusalén.
“Es un milagro”, le dice Shani a ISRAEL21c.
“Funciona mejor incluso que una inyección. Cuando comencé a tomarlo, no podía pararme ni caminar. Ahora me paro solo y camino con un andador. Puedo nadar y pararme en una piscina. Puedo entrar y salir de la cama yo mismo. Y la mejora continúa. Sé que algún día volveré a la pista de baile”.
Fuente: Israel21C